Cuando se habla de la
profesión de secretariado en muchos caso escucho hablar de vocación. La vocación
es la inclinación a cualquier estado, profesión o carrera antes de tener
los conocimientos para ello. Basándome en esta definición yo ahora debería ser
enfermera, pirata, veterinaria, bombera o maestra. Y es que hasta que adquirí
una formación he pasado por distintas “vocaciones” de lo más variopintas.
A mi modo de ver, también el
hecho de que se tenga una visión de sumisión ante el directivo, hace que desde
fuera se crea que esto sólo se hace por vocación. Todavía se piensa en la
secretaria como en la persona que acata todas las órdenes de su superior sin
rechistar, bloc en mano y café en la otra. Yo creo que la figura del secretario
ha evolucionado y en estos momentos es una persona independiente,
polivalente, flexible, que toma
decisiones y que puede hacer funcionar la empresa cuando éste no está presente
(¿Creéis que sucede al revés? ). En algún lugar una vez leí una definición que
creo que se ajusta perfectamente a nuestra profesión: “Solucionador de problemas”.
En mi recorrido profesional
he conocido a muchos secretarios y secretarias y, no diré que alguno fuera por
vocación, pero la mayoría han llegado a su puesto “por casualidad”, “de forma
temporal” o “por circunstancias”. La
cuestión es que es así como llegan pero muchos de ellos aquí se quedan. Esto me
lleva a cuestionarme si con vocación se nace o se hace. ¿Creces queriendo
dedicarte a algo en concreto o a medida que avanzas en la vida te rediriges
hacia dónde el destino te lleva?
Si quieres saber tu
verdadera vocación responde a estas sencillas preguntas:
1)
¿Si no te pagaran continuarías dedicándote a lo mismo?
2)
Lo que haces, ¿Te hace vibrar?
Si es así, continúa haciendo
lo que te gusta. ¡Tienes suerte! Pero si no es así deberías replantearte tu
futuro (nunca es tarde). Aquí tienes un enlace dónde puedes hacer un test
vocacional y descubrir qué es lo que te hace feliz. Y es que sólo haciendo lo
que te gusta y disfrutando de lo que haces conseguirás el éxito.
En mi caso personal, mi
vocación es aprender, desaprender y descubrir mundos nuevos todos los días. ¿Cuál es la tuya?
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